Problemas de los antiguos tratamientos de engatillado sobre tablas pintadas
Durante mucho tiempo, la restauración de arte ha utilizado métodos tradicionales para evitar que las pinturas sobre tabla antiguas se deformen. Sin embargo, estos métodos se aplicaban sin comprender completamente el comportamiento de la madera. Su principal objetivo era mantener las tablas planas, algo que respondía más a exigencias estéticas que a la conservación estructural de la obra.
En las primeras estructuras de refuerzo, se usaban barrotes que, gracias al roce, impedían que las tablas se curvaran. Este problema, conocido como alabeo, ocurre porque una tabla curvada tiene una cara más larga que otra. Para intentar corregirlo, se comprimía la cara más larga y se estiraba la más corta.
En el pasado, los restauradores pensaban que reducir el grosor de la madera –incluso a la mitad– facilitaría el tratamiento de grietas y deformaciones. Aunque esta técnica permitía manejar mejor las tablas, también debilitaba el soporte. Para compensar, se añadían refuerzos que soportaban la estructura, aplicando presión en la parte pintada y tensión en el reverso.


Tratamiento del Soporte en la Restauración del Tríptico
A nuestro taller llegó una pintura sobre tabla que, a pesar de contar con un rígido sistema de embarrotado, ya presentaba algunas grietas visibles. Además, comenzaban a manifestarse signos de futuras fisuras que, con el tiempo, podrían hacerse evidentes a través de la capa pictórica.
La obra en concreto era un tríptico formado por tres paneles unidos por bisagras estructura que permite abrirlos y cerrarlos, como un libro. Este formato fue especialmente popular en la Edad Media y el Renacimiento, y muchas de estas piezas se conservan en museos como el Prado.
- Panel central: Es el más grande y suele representar la escena principal o más importante de la composición, como un tema religioso, una escena mitológica o un retrato.
- Paneles laterales (alas): Son más pequeños y pueden contener escenas complementarias, figuras de santos, ángeles, donantes o elementos decorativos que enriquecen el significado de la obra. Estos paneles pueden cerrarse sobre el central para protegerlo o cambiar la presentación.
El soporte del tríptico, compuesto por madera tanto en las tablas como en el marco, presentaba problemas estructurales derivados del paso del tiempo y los cambios ambientales. Entre las principales alteraciones encontradas destacaban:
- Embarrotado antiguo en la tabla central: Este sistema, obsoleto y restrictivo, estaba provocando daños al impedir el movimiento natural de la madera. La rigidez del embarrotado había generado desencolados en las juntas y levantamientos longitudinales en la capa pictórica.
- Desencolados en las tablas laterales: La tabla derecha presentaba una separación de sus componentes, mientras que la izquierda, aunque mantenía sus juntas unidas, mostraba un alabeo que la desplazaba de su marco.
Relación de los Problemas con el Engatillado Tradicional
Los sistemas de engatillado utilizados en el pasado buscaban, de manera casi exclusiva, mantener las tablas planas por razones estéticas, sin considerar en profundidad el comportamiento de la madera. Estos sistemas aplicaban fuerzas de compresión en la cara pintada y de tracción en el reverso, lo que debilitaba la estructura original del soporte. Además, al reducir el grosor de la madera para facilitar su aplanamiento, se aceleraban los efectos de los cambios microclimáticos, comprometiendo la estabilidad de la obra a largo plazo.
El engatillado tradicional también utilizaba listones encolados y muescas para sujetar los travesaños, pero esta rigidez impedía que el soporte se adaptara a las fluctuaciones de humedad. Aunque estos sistemas se perfeccionaron con el tiempo, su aplicación, más ornamental que funcional, a menudo ignoraba las verdaderas necesidades mecánicas de la madera.
Eliminación del Embarrotado
Se decidió aplicar un sistema diseñado y desarrollado por el profesor don Juan Carlos Barbero de la ESCRBC de Madrid, fruto de las investigaciones que realizó gracias a la financiación de la Comunidad de Madrid. Para ello procedimos a eliminar el embarrotado de la tabla central mediante un proceso mecánico cuidadoso. Los cortes transversales permitieron retirar los barrotes gradualmente, evitando daños a la capa pictórica. Una vez limpia la superficie de la madera, se procedió a unir las tablas con adhesivo PVA, reforzándolas con toledanas de madera de caoba para garantizar su estabilidad.
Implementación del Sistema Flexible de Refuerzo
Para sustituir el embarrotado antiguo, se instaló un sistema flexible de refuerzo según diseño y asesoría del profesor Barbero ESCRBC, que permite el movimiento natural de la madera frente a los cambios de humedad relativa. Este sistema consta de:
- Estructura flexible: Formada por dos listones verticales rígidos y cuatro horizontales flexibles de madera de caoba, unidos con PVA y silicona pigmentada para conferir elasticidad.
- Anclajes reversibles: Los travesaños se fijaron al reverso de la tabla mediante cilindros de madera adheridos con resina epoxi. Estos anclajes fueron diseñados para ser discretos y completamente reversibles, asegurando que cualquier futura intervención no encuentre impedimentos.
- Proceso de fijación: Los tornillos empleados para sujetar los travesaños se enroscaron a los cilindros, manteniendo la estructura firme pero adaptable.

Beneficios del Sistema Flexible
Este sistema aporta varias ventajas clave:
- Adaptabilidad: Permite que la madera se expanda y contraiga de forma natural.
- Reversibilidad: Los elementos pueden retirarse sin dañar el soporte original.
- Estabilidad estructural: Refuerza el soporte sin alterar su integridad histórica.
Con este tratamiento, se logró estabilizar el soporte del tríptico, sentando las bases para los tratamientos posteriores en la capa pictórica y el marco. La intervención respetó el carácter original de la obra mientras resolvía los problemas estructurales de forma eficaz y sostenible.
Conclusión
Hoy en día, los métodos de restauración modernos han demostrado que reducir el grosor de la madera puede tener efectos negativos. Esto acelera los cambios microclimáticos (como los de temperatura y humedad), afectando la estabilidad de la obra y poniendo en peligro tanto la pintura como el soporte. Los nuevos sistemas innovadores en restauración de arte buscan minimizar estos riesgos, ofreciendo soluciones más respetuosas con la conservación de obras de arte en madera y prolongando la vida de las piezas.
Gracias a estos avances, ahora es posible abordar problemas como las grietas y los alabeos de forma más eficaz, asegurando que las pinturas antiguas sobre madera se preserven en las mejores condiciones posibles para las generaciones futuras.
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