Pinturas murales de la Ermita de la Labradora en Herencia, Ciudad Real
En Da Vinci Restauro hemos realizado la conservación y restauración de las pinturas de la cúpula Ermita de la Labradora, en Herencia, Ciudad Real. La intervención se efectuó entre Mayo y Junio de 2022. El Ayuntamiento sufragó el coste de la restauración, estableciendo un convenio con la Parroquia de Herencia.
Una hermosa ermita del S.XVIII
La Ermita de la Labradora se construyó en el año 1.760. Las pinturas murales de su cúpula son del esa época, último tercio del S.XVIII. En ellas aparecen ángeles levitando y portando en sus manos diversos atributos de las letanías de la Virgen. El perímetro de la base representa un trampantojo de molduras y balaustrada de corte clásico. Del centro emerge el Espíritu Santo, representado por una paloma y enmarcado en una circunferencia de la cual parte una composición radial, repartida en ocho fragmentos representativos. Un total de ocho guirnaldas frutales con paños y ocho columnas que enmarcan a ocho ángeles alados que portan atributos de la simbología mariana: la corona, el arca de la Alianza, el sol, la luna, el espejo, el cetro, el laurel y la filacteria con el emblema de la Virgen María.
La restauración de las pinturas murales
Finalidad de la intervención
Esta intervención ha tenido como objetivo devolver la estabilidad a las pinturas murales y frenar las causas de deterioro, asegurando su correcta conservación y salvaguardia para disfrute de generaciones futuras. La intervención ha devuelto la legibilidad de las pinturas, favoreciendo la contemplación unitaria de la obra, acercándonos lo máximo posible a cómo eran las pinturas cuando fueron creadas, sin falseamientos históricos.
Técnica artística
La técnica con la que se pintaron fue temple a la cola, y su estabilidad corría peligro con motivo de la desnaturalización de este material orgánico. Los levantamientos de pintura, provocados por la falta de adhesión, estaban dispersos por toda la superficie.
Patologías de las pinturas murales
Los pigmentos oscuros a base de tierras en general son más vulnerables a los cambios de humedad y temperatura. Este era el motivo por el cual los levantamientos eran más acusados, así como las zonas que presentaban pérdidas de capa pictórica.
Al estar ejecutada directamente sobre el muro, la pintura mural está ligada al inmueble, y padece todas las patologías de éste: grietas, consecuencias de las filtraciones de humedad, etc. En el caso de las pinturas murales de la Ermita de la Labradora, una grieta de gran profundidad en el área Este atravesaba la cúpula.
Otra patología que afectaba a las pinturas murales era el gran número de elementos ajenos a la obra, tales como cableado eléctrico. Del centro de la cúpula colgaba una gran lámpara que ha sido retirada. El cerco del orificio de esta zona tenía pintada una paloma blanca, símbolo del Espíritu Santo. Nuestra intervención ha sacado a la luz el centro de la composición, antes perdido.
Ciencia aplicada al Arte
El trabajo de restauración se apoya en la ciencia, especialmente en la química. Por este motivo, antes de la intervención se tomaron muestras de pintura, con la finalidad de hacer el estudio estratigráfico de laboratorio. La conclusión fue que tal y como pensábamos, se trata de técnica al seco, de pigmentos aglutinados con cola animal (temple), aplicado sobre un yeso aplicado en dos capas.
Fijación y sentado de capa pictórica
El proceso de sentado de color se efectuó con adhesivo sintético previa humectación, para favorecer la penetración hacia los estratos más internos. En algunas zonas se empapeló con papel japonés, y se hizo uso de espátula térmica; gracias a esta herramienta los restauradores podemos aportar calor y presión localizada en áreas con muchos levantamientos.
Nivelación de lagunas
La nivelación de lagunas y zonas con pérdidas de preparación se realizó con pruebas previas de mortero, buscando la compatibilidad entre materiales. El diluyente fue agua desmineralizada, dado que el agua de la zona es muy alcalina. Tan importante como escoger los materiales, es proceder con minuciosidad en el enrasado y nivelación de superficies, sin montar nada sobre los materiales originales de las pinturas murales.
Tratamiento de limpieza de las pinturas murales
Sin duda el tratamiento más llamativo fue la limpieza. La superficie de las pinturas murales tenía una capa de hollín y suciedad adherida, que daba una apariencia oscura, con matiz grisáceo. Este es uno de los motivos por los cuales el uso de velas por combustión está cada vez menos permitida, pues afecta a la conservación preventiva. Como paso previo al tratamiento se efectuaron pruebas de limpieza para determinar el tratamiento idóneo. El proceso de limpieza consiste en eliminar la suciedad sin que afecte a la integridad de la superficie pictórica. Sin ninguna duda el método seco fue el escogido para efectuar el tratamiento, dada la gran vulnerabilidad del temple ante la humedad.
Gracias al tratamiento de limpieza, las pinturas murales han recobrado los matices de sus colores. Es especialmente vistoso en la carnación de los ángeles, sus túnicas y el fondo del cielo del atardecer que tiene esta pintura mural.
Reintegración cromática
Una vez preparada la superficie, se procedió a la reintegración cromática. Este tratamiento tiene como objetivo devolver la unidad estética a las pinturas. Los materiales se ajustan a los criterios de restauración, es decir, han de ser poderse distinguir bien de la pintura original, y han de ser reversibles. Tal y como hemos contado en otro post, las restauraciones bien efectuadas han de poder ser eliminadas por otro restaurador, sin provocar daños a la obra.
La reintegración de color se hizo con técnica al agua: gouache, acuarelas y lápices pastel. La calidad de los pigmentos es decisiva para nuestro trabajo, pues han de ser altamente resistentes a la luz, y químicamente estables.
En las pinturas murales de la Ermita de Herencia había muchos elementos pintados de manera seriada. Para hacer el dibujo se calcó con plantilla la composición repetida. Después se aplicó una base de color, más baja de tono que el original. Sobre éste se efectuó un rayado (trattegio) que permite ajustarse visualmente al original, aunque diferenciándose de él. Para la reintegración de las pinturas murales se han empleado pinceles de pelo de marta Kolinsky de graduación 2 al 4.
Puesta en valor de las pinturas
Los trabajos fueron supervisados por el Servicio de Patrimonio de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, que dieron el visto bueno a nuestra actuación. El pasado mes de Agosto tuvo lugar la inauguración de la Ermita, y reabierto el culto litúrgico.
Herencia disfutó de su contemplación en la Noche del Patrimonio que hace unos años organiza el Ayuntamiento. Una espectacular iluminación en cada una de las representaciones fue ilustrada por el Historiador del Archivo Municipal. Por nuestra parte, atendiendo a la importancia de la labor divulgativa para la conservación, explicamos con diapositivas cada tratamiento que llevamos a cabo durante la intervención.
Durante nuestra estancia en Herencia nos hemos sentido muy acogidos y atendidos. Es notoria la gran implicación de todos los estamentos, tanto civiles como eclesiásticos y cofrades. Todos se han volcado en la puesta en valor de estas maravillosas pinturas del S. XVIII, que las generaciones futuras podrán contemplar y disfrutar.
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